viernes, 1 de agosto de 2008

Conóceme VIII

V

amos a pasar por alto digamos las soporíferas historias que me estuvo contando el padre de Pedro, porque creo que entraríamos en un círculo vicioso que no para de dar vueltas sobre sí mismo. Si queréis le prometo un capítulo entero, pero lo primero es lo primero. Con eso no quiero decir que no le de importancia, si no porque, prefiero hablar de mis amigos y de sus comportamientos, y luego me pondré a hablar sobre los secundarios, vale suena cruel, digámoslo, de esta manera, padre de, amigo de. De esta manera duele menos. Bueno por igual supongo, pero no es mi intención, lo siento.

Chicas, chicos, señores y señoras. Creo que ha llegado el momento de hablar de una pieza cúspide dentro de nuestro grupo, y es que me voy a poner a hablar sobre el “Rey” Charlie y su reinado de conocimiento del terreno de cualquier parte, tanto de una mujer como de un lugar, tanto de sus amigos. De todo un poco, y de poco nada.

Charlie es, dejando a un lado las parafernalias que he puesto anteriormente… Para que os hagáis una pequeña idea, bueno vale no se puede describir con palabras, si no que ha de ser por hechos, que de hecho de eso si que tiene para contar. Primero, las putas pagarían por estar con él. Es el típico metrosexual, salido del juzgado, siempre arreglado con algún divorcio entre las manos, si, por si no lo habíais notado es abogado, y de los buenos, de divorcios y otras cosas así. Pero digamos que siempre defiende a la mujer. No solo, porque como él dice, la mujer es, el mejor animal con el que me he cruzado en la vida. Supongo que puede sonar mal, pero habla de esta manera, es como la pequeña enciclopedia del sexo, conocimiento de la mujer y el apareo de la raza humana, solo que tiene un fallo, y es que no habla hindú, y es que el Kama sutra ha encontrado sustituto.

-Os puedo asegurar chicos, que ayer estuve con una chica, a la cual le encantaba hacerlo mirando al mar.

-¿Y dónde fuisteis?- pregunté

-En Son Verí- contestó Pedro.

-¿Y tú cómo coño lo sabes?

-Porque era el que os estaba alumbrando.

-Ah, ahora entiendo porque la luz temblaba tanto pajero de mierda.

Bueno bromas aparte, aunque muy a mi pesar no era una broma, cosas de mis amigos… Es que Pedro siempre se preocupa por sus amigos, de una o de otra forma, siempre tiene que preocuparse, y digámoslo de esta manera, pero Charlie dentro de poco, le regalará una cámara con infrarrojos para poder grabarlo, en esas noches donde tan solo, la mujer que esté con Charlie, el Rey, y por último y no menos importante, el cámara de Pedro, estén presenciando.

Para que os hagáis una idea aproximada, Charlie, nunca repite el mismo plato de solomillo, pero siempre tiene excusas, realmente buenas, como.

-Cariño, ha sido muy bueno, este polvo realmente es el mejor que he echado hoy, pero, entiéndeme tengo que seguir buscando, no soy hombre de una sola mujer, tengo mucho amor que repartir.

Vamos a hacernos una pequeña idea de cómo sería la escena. La chica perpleja sin saber exactamente qué decir, Charlie levantándose en dirección al lavabo, para acicalarse y otras cosas varias lo más seguro, y la chica de mientras, entre perplejidad y asombro, empieza a vestirse con lo primero que encuentra, que siempre suele ser el tanga que dejó la noche anterior colgado de la lámpara de la mesilla de noche, y el suéter, o incluso esas micro faldas que llevan siempre ellas desparramada en la puerta de su casa.

Otro gran amor de Charlie es, mirarse al espejo. Quedas con él, y si quieres que llegue de hora mejor es que quedes dos o tres horas antes, por si las moscas. El día que lo he visto más desaliñado es cuando se le olvido peinarse las cejas, que aunque las tuviera bien, se sacó del bolsillo un cepillo aposta para la tarea que se le había encomendado.

Lo cierto es que lo veo difícil que encomiende su parte del trato, de cambiar por una sola mujer, porque no es que sea insensible, pero yo que sé, justo salir del punto y aparte, el día de la apuesta, empezamos todos a darle ejemplos tipo…

-Charlie porque no coges, yo que sé, esa que pasa por la otra acera- dijo Pedro mientras señalaba una rubia, con unas curvas que ni la botella de coca cola- Que esta parece que le puedo sacar un buen plano en medio de la noche.

-Déjala, esta chica es la típica, que le gusta el que la vean, vamos que le gusta hacerlo en público.

-Tío, eso a mí me mola bastante.- solté, pero no sé que hubiera sido peor, el que se quedará callado o el no haber dicho nada de nada

-Créeme, que yo también soy partidario del sexo en público pero no me mola tener que ir al cine y que la tía te la chupe mientras estamos mirando una de Walt Disney.- Si chicos desde que tuvo a su hijo, otra cosa no, pero ver películas de niños, si que las veía, aunque a su hijo no tanto, la verdad.- Pero, a ver imaginaos la escena, la chica se agacha y se oye rac rac rac, el sonido de mi bragueta bajándose, y los niños mirando el palo de regaliz que se está comiendo esa mujer. Es un problema.

-Y esa otra.- señalaba Pedro con esmero y mucho ahínco.

-Tampoco, esa es… bueno esa es… pues lo cierto es que mira si es mala, que ni me acuerdo.

-Pri…primo qui…quien te oiga pensará que te… que haces el amor con toda aque…aquella mujer q… que pasa.

-Perdón primo, pero yo no hago el amor, simplemente salgo con las mujeres y…

-Esa, esa tío.- Pedro estaba que se salía.

-Pedro te lo diré con dos palabras, eyaculación femenina.

Siempre contestaba todos los incisos que le hacíamos sobre las mujeres, pero nunca se callaba, ni dejaba de hablar de todas sus andanzas. Pero era otro más al que apoyar. Así que seguiré hablando de él con mucho esmero.

No hay comentarios: