lunes, 11 de mayo de 2009

Fresitas


El fruto de la fresa,
me recuerda
lo ácida que eres según cuando,
las situaciones por las que paso
al estar a tu lado.

Cuando me la pongo en la boca
y trazo,
como si llevara pincel en mano,
trazando la perfección de tu
silueta,
tu cuerpo,
a veces dormido,
a veces excitado.

La manzana,
no es el fruto del pecado,
es la fresa
cuyas pepitas
rozan cada parte de tu piel
dejándola
con el vello erizado
y gemidos de placer
no dominado.
By Lan

2 comentarios:

Paquita Pedros dijo...

Hola precioso poema me encanto
un beso desde mi Luna

Maite dijo...

Hola tesoriño: Entre los poemas afrodisíacos geniales de Alejandra, los poemas sensuales de Vangelisa, y los pasionales tuyos, se va a armar la marimorena!!

No seas tan mandón con Vangelisa... aconseja pero no ordenes ehh!!

El poema grande, grande ehh!

besiños neniño

Maite