El fruto de la fresa,
me recuerda
lo ácida que eres según cuando,
las situaciones por las que paso
al estar a tu lado.
Cuando me la pongo en la boca
y trazo,
como si llevara pincel en mano,
trazando la perfección de tu
silueta,
tu cuerpo,
a veces dormido,
a veces excitado.
La manzana,
no es el fruto del pecado,
es la fresa
cuyas pepitas
rozan cada parte de tu piel
dejándola
con el vello erizado
y gemidos de placer
no dominado.
me recuerda
lo ácida que eres según cuando,
las situaciones por las que paso
al estar a tu lado.
Cuando me la pongo en la boca
y trazo,
como si llevara pincel en mano,
trazando la perfección de tu
silueta,
tu cuerpo,
a veces dormido,
a veces excitado.
La manzana,
no es el fruto del pecado,
es la fresa
cuyas pepitas
rozan cada parte de tu piel
dejándola
con el vello erizado
y gemidos de placer
no dominado.
By Lan
2 comentarios:
Hola precioso poema me encanto
un beso desde mi Luna
Hola tesoriño: Entre los poemas afrodisíacos geniales de Alejandra, los poemas sensuales de Vangelisa, y los pasionales tuyos, se va a armar la marimorena!!
No seas tan mandón con Vangelisa... aconseja pero no ordenes ehh!!
El poema grande, grande ehh!
besiños neniño
Maite
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