Aún,
ahora despues de tantos años
me acuerdo,
de ese mar
que me embriagaba,
que me despertaba,
el cual me arrullaba en
las noches más solitarias,
donde el batir de las las
rompían contra el puerto,
donde mi niñez
flotaba entre azules y blancos.
Me acuerdo de los momentos,
en los cuales había días grises,
donde en vez de gotas
caían bombas y,
en vez de tracas eran motores
de aviones sobrevolando nuestras cabezas.
Me acuerdo de los barrios,
de mis amigos,
de mis amantes,
de esos,
con los que todavía me junto,
con los que todavia recordamos
tranquilos,
todos esos resquicios de nuestra
juventud.
No sé muy bien por qué cuento esto,
supongo que para aferrarme
a lo que nunca tuve,
a lo que no tendré
ya sea por la edad,
ya sea por la manera de mi ser
o las ganas de cambiar.
Mi historia es una entre otras,
la hace especial el hecho
de que la pueda
contar,
allí donde otros se perdieron.
Ahora duerme ya que yo cuento
ochenta años y ya no sé que hacer,
lo único que me calma esta amargura
que es la vejez,
es saber que me escuchas,
que estas allí
siempre pendiente de mis hitorias.
A tí en cambio, te espera un largo
camino, que es la vida,
tu destino,
yo me quedaré aqui descansando
entre mis recuerdos,
los cuales soy feliz.
ahora despues de tantos años
me acuerdo,
de ese mar
que me embriagaba,
que me despertaba,
el cual me arrullaba en
las noches más solitarias,
donde el batir de las las
rompían contra el puerto,
donde mi niñez
flotaba entre azules y blancos.
Me acuerdo de los momentos,
en los cuales había días grises,
donde en vez de gotas
caían bombas y,
en vez de tracas eran motores
de aviones sobrevolando nuestras cabezas.
Me acuerdo de los barrios,
de mis amigos,
de mis amantes,
de esos,
con los que todavía me junto,
con los que todavia recordamos
tranquilos,
todos esos resquicios de nuestra
juventud.
No sé muy bien por qué cuento esto,
supongo que para aferrarme
a lo que nunca tuve,
a lo que no tendré
ya sea por la edad,
ya sea por la manera de mi ser
o las ganas de cambiar.
Mi historia es una entre otras,
la hace especial el hecho
de que la pueda
contar,
allí donde otros se perdieron.
Ahora duerme ya que yo cuento
ochenta años y ya no sé que hacer,
lo único que me calma esta amargura
que es la vejez,
es saber que me escuchas,
que estas allí
siempre pendiente de mis hitorias.
A tí en cambio, te espera un largo
camino, que es la vida,
tu destino,
yo me quedaré aqui descansando
entre mis recuerdos,
los cuales soy feliz.
By Lan
PD: A todas esas abuelas que las mece el recuerdo de una vida mejor.
PD: A todas esas abuelas que las mece el recuerdo de una vida mejor.
1 comentario:
Me enternecieron esas palabras y esas arrugas en ese rostro con la mirada perdida en el horizonte.
un lindo homenaje.
saludos!
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