sábado, 31 de mayo de 2008

Gritos en la noche

Aquí, en este lugar se encuentra un hombre, cuyo destino la locura lo carcomió, recordándole que sin más estaba loco.

Se sienta a oscuras en una habitación donde solo se puede ver el reflejo de sus gafas, el resto de su cuerpo esta vestido de luto, y de hilo musical siempre tiene puesto el ruido ensordecedor de sus llantos, delirios y risas que hacían estremecer a todo aquel que pasaba por allí. A oscuras, también recuerda los tiempos pasados, donde aún no brotaban los resquicios de una locura.

Donde a pesar de ser joven e ingenuo, brotaba felicidad entre sus sentimientos, una experiencia que ahora echaba en falta.

Todo empezó cuando un día años atrás recorrió todas las tiendas de antigüedades que conocía en Palma, sobretodo en Sa Costa de sa pols, donde se pueden encontrar unas dos a lo sumo, y seguro que hay más. Estaba buscando un joyero con un hilo musical de fondo y una bailarina danzante que bailara al compás de las nocturnas de Satie o Chopin, tanto daba, simplemente quería quedar bien con su prometida, y como tocaba el piano en el conservatorio, le gustaban sobretodo estos dos. El anticuario, lo único que llegó a sacar en claro es que quería un joyero con música de fondo, una cosa muy habitual, porque todo el mundo, corría, últimamente para tener algo de tiempo, para quemar, viendo la televisión o haciendo algo artificial por donde perderse uno. La figurita de la bailarina era lo más humano que podía ofrecer a mi futura mujer, un regalo que seguro quedaba bien en la repisa de nuestra casa, en la parte más alta de aquella chimenea que habíamos pensado tener.

Pero el día del enlace nunca llegó a su destino, puesto que una semana antes de la fecha organizada, algo desamparó la felicidad de nuestro protagonista. Al llegar a casa, lo único que encontró fue un pequeño rio de color escarlata que seguía mediante una mirada de pánico si saber exactamente qué. Siguió adentrándose en la casa, con la única banda sonora de la cafetera, advirtiendo que ya era hora de tomárselo. Sus pasos demostraban o describían mejor dicho que estaba en un estado de pánico. Y que hacía años que no sentía eso, miedo a lo desconocido.

A medida que iba avanzando fue encontrando rastros y más rastros de violencia en la casa, sin entender muy bien porqué. Hasta que al fin llegó a la habitación de matrimonio donde encontró el cuerpo de su prometida tendida en la cama, blanca como las muñecas de porcelana, que aunque dan miedo, la gente las tiene como recuerdo de la infancia o algo por el estilo, en la mano derecha aún dejaba brotar unas gotas de ese jugo de color carmesí y una nota entre los dedos que decía:

El destino da vueltas bajo un vals. La bailarina volverá a bailar.

Después de leer esto, empezó a dar vueltas y a mirar de reojo incluso a sus pies, a ver si encontraba alguna pista, algo que explicará el porqué de esa nota, pero nada. Sin más dilación, se giró hacía la mesilla de noche, donde sonaba ese momento la melodía de la caja de la bailarina. Y de ella, se pudieron oír los gritos de socorro de su mujer, y como al final de las vueltas y otros murmullos se oyó un golpe sordo. Se pudo deducir que era el cuerpo de su amada, cayendo como un peso muerto encima de la cama.

Después de este incidente cada noche, nuestro apuesto protagonista sigue soñando en la llama de la pasión que sigue danzando dentro de su corazón, y aún en esa habitación acolchada, sigue oyendo los gritos nocturnos de una víctima de la locura, y decadencia de una persona que prometió amar y perdurar y lo único que consiguió fue acabar los renglones de una vida, corta y prometedora.

El único recuerdo que se guarda en la habitación de aislamiento es la bailarina de la caja que no para de dar vueltas, y aunque el tiempo siga, su melodía siempre serán los gritos de dolor de un pasado negro oscuro y sin sentido.

1 comentario:

mariloli dijo...

hola mi niño, a que no me regalaras una caja musical?mas bien porque desde siempre me ponen muy nerviosa repitiendo la misma melodia, y la misma melodia, y la misma melodia...ves, ya se ma ido la cuerda!besos