domingo, 4 de mayo de 2008

Los aires de nostalgia.

D

e entre los angostos, y olvidados pasadizos de mi mente; a duras penas puedo acordarme de lo que llegaba a ser una buena compañía, tengo temporadas en las cuales olvido donde tengo el reloj, otras donde tengo la cabeza. Pero estoy aquí atrapado por un tiempo lejano, abra, el cajón que abra, me vienen a la cabeza, pulcros recuerdos limpios e inocentes y sin ninguna malicia detrás de ellos. Perdí a muchos amigos queridos y a otras muchas amigas, perdí a mis parientes, y ahora mirando al espejo descubro que mi piel es vieja y arrugada como una hoja de papel mal utilizada. Y de entre ellos otro muchos recuerdos que ya han borrado el paso de los años.

El otro día, por ejemplo abrí por casualidad, un cajón que hace años no abría, por miedo a que me abordarán los fantasmas de antiguos amores, antiguos enemigos. Lo único que encontré entre montañas de ceniza y olvido, fueron los diarios de cuando era pequeño, y mi viejo lápiz, junto con mi estilográfica y varias fotografías dentro de una caja de galletas suizas de la época, que aún olían a mantequilla. Cogí todo lo que había dentro y me transporté a la época de mis años mozos, unos años donde aún no me había embargado aquella desilusión, que ahora siento. Santa Catalina.

1 comentario:

mariloli dijo...

Buenas mi niño, yo aín me acuerdo de un día que abriste un cajón dondev tenías guardada una caja para ti muy valiosa. En ella se podía descubrir diversos muñecos de tu infancia y se podía descubrir un "experimento" que empezaste de joven y alli lo guardabas. No diré cual era ese "experimento", solo lo sabremos tú y yo, Susana y Michel. Besukis