lunes, 21 de julio de 2008

Conóceme III

D


ejando atrás, todo tipo de infancia, como he dicho antes, todo fue una tarde que llegó hasta el día en que nació la hija de Alfonso, Rosa María Colom Schubert. A la temprana edad de 26 añitos, el más carismático de los seis ya tenía una hija con la que jugar, bueno de acuerdo, algo celosos sí que estábamos porque con lo sensible que era, creíamos que, bueno ya me entendéis, un poquito de la otra acera, pero resultó que no. Su mujer, Anna Schubert no se que más, era una alemana afincada por una casa señorial de Palma, sinónimo de dinero; y su familia era coleccionista de arte. Creo que después de lo que acabo de decir los lectores sabrán sumar dos y dos.

Todos con admiración esperábamos el nacimiento de Rosa María, ya que al ser la primera niña en todo el grupo, pues, quieras o no da ganas, todos los que habían salido, por el momento ya se podía formar un equipo de baloncesto. Vamos a ponerlos en fila, esta Pedro que, aunque no lo parezca, está hecho un padrazo que tiene tres hijos, Pedro, el mayor, Alfredo el segundo, y por último Daniel, que es el menor. Yo por otra parte tengo un hijo que, como tradición en mi familia, gracias a los chistes de mis padres le llamé Jaimito, que supongo que cuando mida dos metros y me pase de dos cabezas ya no le llamaran Jaimito. Charlie, también, después de un idilio de los suyos, y después de mucho papeleo con los abogados, tiene tutelado a Manuel Patricio Suarez-Suarez, como entenderéis, fue una sudamericana con la que lo tuvo, y la relación que tienen, la mujer y el niño, con el padre no es que sea básicamente buena.

Quedamos en el Punto y Aparte, para poder jugar unos billares, después de las copas, y como todos vivíamos, más o menos por la zona, pues, era nuestro punto de encuentro. De hecho siempre hemos sido buenos clientes. Charlie se acostaba con una de las camareras, y como el sitio, le gustaba al Rey pues, hemos seguido yendo con frecuencia, y casi con devoción.

-Alcemos las copas, y digamos que, aunque no lo parezca, el arte es bueno, nunca me imaginaria que el arte podría dar a luz a una niña.- Charlie era siempre el que abría siempre los brindis, fuera donde fuera.

Explicaré esto del arte, porque es un poco difícil de entender. Alfonso Colom, no solo saca dinero de la librería, porque no llegaría ni a día dos, no por lo que gasta si no por lo que deja de cobrar. Pero gracias a muchas exposiciones que hizo, presentó o como se diga en la jerga, en su época, lo realzaron muchas revistas de moda, y le concedieron, ser uno de los interioristas más famosos, dentro de las familias adineradas, por cumplir con una imaginación lucrativa e hilvanada por muchos años de quebraderos de cabeza, en el garaje de casa de sus padres. Cobra, a tropel, y es de los que tiene un sueldo más abultado que cualquier político corrupto que se precie.

Mientras estábamos en la mesa, nos sentíamos felices, completos, radiantes incluso. Pero fue entonces cuando Charlie, soltó las palabras mágicas, que sonaron de esta manera.

-Chicos, ya empezamos a tener una edad, en la cual muchos tendremos, sobretodo, a partir de ahora a asumir unas responsabilidades en la vida.

Todos nos quedamos atónitos, y nos miramos unos a otros, sin decir más que lo que daban a entender nuestras propias caras, al ver nuestra reacción Charlie siguió, con su discurso.

-Podríamos, digo podríamos, porque siempre os quejáis de que no juego con vosotros. A hacer un cambio de vida.- Nos miramos mutuamente los demás del grupo, sin entender una palabra.- Si hombre ya me entendéis a enfrentar nuestros propios miedos, y eso lo haremos en unos seis meses. ¿Qué os parece la idea?

Seguimos con la misma cara, pero a Charlie se le veía seguro de sí mismo, y siguió explicando, de esta manera.

-Pues lo cierto es que no lo entiendo muy bien.- Contesté yo muy conmocionado.

-De eso se trata, por ejemplo, yo tendría que cambiar, pues, por ejemplo quedándome con una chica, que eso, creáis o no, para mí es muy difícil. El resto de la mesa, tendréis que pensar en lo que más os pese en vuestras vidas.

-Pero es que la mayoría, no sabemos a que no tenemos que enfrentar.-A Pedro no lo había visto tan conmocionado nunca.- Además que es una mierda de juego, ya sabemos, quien es el que acaba mal parado en los juegos, ya sea beso, atrevimiento o verdad, o en los de mesa, máquinas tragaperras, etc.

-Yo he abierto la veda, quien quiera participar, y no quiera compartir lo que quiere cambiar que no lo diga, pero sabe que tarde o temprano, notaremos diferencia.

-Esto, no es por quitarle importancia, pero a mí, no me pasa absolutamente nada-confesó, Ricky, pero en ese momento todo el mundo, incluyéndome, empezamos a toser. Comprendió en todo momento a que nos referíamos, y se puso rojo como un tomate.

-Yo sigo diciendo lo mismo no tengo nada que cambiar- insistió Pedro.

-Esos son lo que más cambios necesitan, y tú más que nadie lo tendrías que saber.-inquirió el Rey, y dejando en un estado de cólera contenida a Pedro, sin abrir la boca en mucho rato.

-Aunque me pese, es cierto que hay cosas de mi manera de ser que cambiaría, en vez de reírme de la gente, darles mi apoyo, e incluso, llegar más allá y explicar nuestra historia, siempre que a todo el mundo le parezca bien.

-Yo, sinceramente no se que cambiar, bueno si, tendría que ser más duro conmigo mismo y menos hipocondriaco, que a partir de ahora seré padre, y tengo que afrontar los problemas con valentía y no llorando, es más Armando Sánchez Palomas- que en realidad me llamo así, las bromas de presentación- necesitará mi ayuda, y yo Alfonso Colom, te prometo que te ayudaré en lo que pueda.

Charlie asintió con la cabeza, al menos ya tenía tres propuestas de cambio encima de la mesa y faltaban otras tres. Pero claro que tardarían mucho más en hablar, Andrés por tímido, Ricardo porque le daba miedo el qué dirán, y Pedro que se negaba en rotundo, pero bueno. Todos al fin y al cabo haríamos este cambio, necesario para unos y obligatorio par

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