La jungla tendría que ser mi hogar,
donde agua y brisas de la selva me cuidarían,
donde quizás las aves tropicales hubieran anidado en mis fuertes ramas,
donde siempre estaría envelto de tonalidades de verdes y azules.
Pero en cambio me encuentro aqui, en una jungla peor,
mis raices se han enroscado entre los fuertes adoquines de esta, nuestra ciudad,
mejor dicho tu ciudad, porque yo campo muy mendigadamente
pidiendo con mis nimias y secas ramas esa libertad que me merezco,
esa sed que me corroe, dentro del tronco, donde la savia vaga por dentro,
liquida y espesa, esa savia que ahora tengo como silicona seca y dura.
Donde vivo es una jungla, donde tan solo se huele el asfalto
y la contaminación que me envuelve.
Mi vida es gris, como los días que estoy tan acostumbrado a ver.
Esta es mi vida, esta es vuestra culpa.
Mirad para otro lado yo seguiré estirando las ramas para,
que algún día pueda conseguir mi libertad
1 comentario:
Querido Sebastián, si dices que soy generosa contigo es porque realmente mereces mi atención y respeto.
Y porque además me gusta sinceramente como ecribes1
cariños!
=) HUMO
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