jueves, 12 de marzo de 2009

Ruinas


Bravo, ruge el viento
y yo camino, luchando
contra su bramido,
chillo, enfurezco
y maldigo, pero tan
solo consigo que
de mi empuje más fiero,
más cruel.

Llueve, una noche
tempestuosa y yo camino
bajo ella, sin refugio,
calado hasta los huesos
buscando cubrir mi gélido
cuerpo en un resquicio,
en un sobrante, un
algo donde poder apoyar
mi cuerpo tiritante por
la velada, una velada
tediosa y salvaje,
una noche como muchas otras.

Miro al cielo y me quito
de la cabeza el poderme
refugiar, el encontrar
algún rincón donde
resguardar mi ser,
donde quizás, durmiendo
apaciguaran mis pesadillas,
mis temores u otros miedos
que me rodean.

"Noche tempestuosa, de vendaval
¿qué he hecho para
merecer tu furia?"

No obtuve respuesta,
pero el viento gimió
con más fuerza,
hasta que me zarandeó y
me deje caer como
cualquier hoja en Otoño.
Y allí quedé tumbado,
indefenso, mojándome de tal manera,
que incluso mi alma se inundó de pena.

Con las pocas fuerzas
que me quedaban,
levanté mi frágil cuerpo
y alcé la cabeza bramando:
"no eres tu el que está triste,
si no yo"
El tiempo aminoró su furia,
su rabia y me dejó en este triste final, lleno de
arena, sol y estas horribles ruinas
de mi soledad.
By Lan

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