lunes, 11 de agosto de 2008

Conóceme XVI

C

reo que a estas alturas, ya iréis conociendo el comportamiento de cada uno de nosotros. Por tanto tendré que interiorizar con cada uno de ellos, y de mí mismo. Quizás empezaré a explicar tres meses después de que empezaran a cambiar, o al menos a notar los cambios, creo que a partir de esa temporada nos fuimos distanciando considerablemente, comparado con lo que nos veíamos antaño. Ahora me gustaría, por así decirlo, como estaba la situación para cada uno de ellos.

Para empezar, para que veáis como han cambiado las cosas y no empezaré por mí, hablaré de Ricura y sus travesuras. Si, sé que suena a show de cabaret, y lo es. El estar tanto tiempo con Héctor le llevó enseñar su lado femenino, y estaba contado en cierto modo, desde un punto de vista muy picaresco y picante. Consistía en estar un hombre, en ese caso siempre salía alguien del público que estuviera a su gusto, y Ricura. Total que al final siempre el invitado acababa en calzoncillos y lleno de nata por todo el cuerpo. Ricardo también pasó de ser un simple “amigo” de Héctor a ser su pareja, y lo cierto no es que les fuera mal, hacían buena pareja.

En segundo lugar hablaremos del cambio que hizo Pedro que, aunque incorregible, tomó en sus brazos a su hermano Jonás bajo su tutela y responsabilidad, o sea que ahora volvían a ser dos en el piso, una historia larga que contar, que ya os iré contando. La relación a fuerza de insultos y otras pequeñas discusiones. Han llegado a ir bien más o menos. Lo cierto es que, desde que está con Jonás en casa ve más a sus hijos, y eso también le gusta. Ha dejado de beber para empezar a leer, y dice que ha conocido una chica, que respeta lo que es y con quien está. Yo sigo pensando que cuida de su hermano para atraer a la chica, y usar una persona como Jonás para dar pena.

En tercer lugar está Charlie, bueno este ya no está también. Resultó después de la “gran noche”, Charlie se deprimió de tal manera que tuvo que ir de psicólogos. Aparte la relación le va muy bien, aunque en los asuntos de cama no. Viven juntos y se quieren, y sobre todo y más importante, Charlie respeta todo lo que tenga que ver con Bruno.

En cuarto lugar está Andrés, que desde que empezó a salir con esa tal Aladriel, no se le ha vuelto a ver mucho el pelo, no para mucho por casa. Y a su primo lo ha dejado un poco de lado. Al fin ha salido del cascaron, de una manera destructiva. Porque le hicieron falta menos de tres meses para empezar una vida nueva. Por lo que tengo entendido no está con ella, son amigos, pero hacen tantas cosas juntas, que el día menos pensado, bueno ya me entendéis. Ha empezado también a trabajar en un cibercafé, donde dice que los sudamericanos le dejan poco tiempo para lo que en realidad le gusta, que es estar en el juego, donde está realmente.

En quinto lugar esta Alfonso, que no obstante, aún intentando no ser tan simpático con la gente aún sufre ataques como el que le pasó en el Alaska golpeando a base de gritos y malos tratos verbales. Era como doctor Jekyll y Mr. Hide, pero con la única diferencia que el sufría los cambio cuando oía la palabra “Alfonso ¿me podrías ayudar?”, sé que parece mentira, pero es así. Sigue pintando, escribiendo, llorando, pero lo cierto es que es una persona que al menos ahora llega a su hora, incluso antes. Sigue teniendo sus manías pero ya tiene muchas menos.

Y en último lugar estoy yo, Armando, que aunque las cosas vayan bien. Perdón retrocederé para que me entendáis mejor. Las cosas van bien, porque, para empezar he vuelto con mi mujer, si, imaginaos, un buen día se levanta para ir a trabajar y dice “coño me falta algo”, y ese era yo. Bueno no fue del todo así, pero como si lo fuera. Ahora la escritura fluye mejor desde mi punta fina, y aunque menos guarro, sigue latente en mi el nombre de Bukowski. Me preocupa la idea porque ya he dejado de hablar de cervezas, pajas mentales, y otras cosas de esas de las que suele hablar, pero allí está. He intentado lo de comunicarme con la gente y va de coña, aunque me de rabia admitirlo, no sé porque no lo he hecho antes. Tengo una pequeña obsesión que es la de admirar todo aquello que me envuelve, y no sé muy bien por qué el nombre de Blanca, que también parece grabado a fuego en mi mente. Creo que fue porque la conocí en realidad después de diez años sin haberla visto, pero tampoco sé muy bien si me preocupo por ella, en cuanto al cáncer o simplemente es que hay algo, no, ahora estoy con mi mujer, no tengo que hacer tonterías. Aunque a veces pienso “joder mi mujer es muy ¿Cómo llamarlo sin que duela? Puta”, volver conmigo porque la gente le ha dicho que ahora al menos se puede hablar conmigo a parte de cosas relacionadas con el fútbol. Con mis padres, también más contentos que nunca, ahora pueden ver a su hijo y a su nieto juntos, y no por fascículos como hasta ahora.

Creo que todo el grupo ha hecho una metamorfosis dentro de lo que cabe, porque todo el mundo ha cambiado, o en mi caso, ha vuelto a tener la vida que perdió, por cosas tontas como son los sentimientos, o así lo pensaba yo en aquel entonces.

Ahora corremos en el mes de Julio, y estamos en pleno verano, y lo cierto es que el calor hace ver a los personas en un estado de florecimiento como no se ha visto nunca. Sí, lo sé acabo de comparar a las personas como flores mustias en un mundo que va acabar totalmente artificial, y que algún día de estos se va al garete como otras muchas cosas. Pero aquí estamos para ver un cambio que, tarde o temprano estará latente en vuestros propios ojos, esta etapa la quiero llamar cambio, por no llamarla otra cosa, a mí siempre me han gustado las cosas simples, aunque empezaran a liarse, tanto si nos gusta como si no. Soy el protagonista y os lo puedo asegurar. Que no vivimos en papel, y las cosas cotidianas, son a veces las más liantes de todas. Ahora os recomiendo, coger un cigarro, un puro, un lo que queráis y disfrutéis conociéndonos desde otro punto de vista. Bienvenidos de nuevo a este, nuestro hogar.

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